Alfonso Ochoa
GUANAJUATO
El presidente municipal interino Juan Antonio Valdés Fonseca dijo ayer que si no se informó a la Asociación Civil Amigos de “El Orito” sobre el otorgamiento en custodia por hasta 30 años poco más de 14 hectáreas del parque a la inmobiliaria JARAB, fue porque dicha asociación no está legalmente constituida.
Agregó el edil que la inmobiliaria JARAB se acercó nuevamente a la administración municipal e hizo su propuesta que se analizó y estudió en comisiones unidas del Ayuntamiento, mediante el que ese emitió un dictamen de cesión de terreno con lo que “no estamos cayendo en ninguna irregularidad”.
“Simplemente se les está dando en colaboración para que promuevan el desarrollo ecológico, no se les da ni en usufructo, ni en donación, ni se está desafectando, el proyecto que ellos presentan en sí, se comparte con lo que es zona reservada Ecológica”, argumentó Valdés Fonseca.
“Además hay que recordar que en administraciones anteriores personas morales solicitaron la custodia para el cuidado, el manejo y la vigilancia de ciertos parques, y nunca se posesionaron de ellos, así sucedió con el parquecito donde está un busto de Colosio”, comentó el entrevistado.
“En igualdad de circunstancias esto ocurre con este particular que se acerca, promueve y presenta una propuesta que es muy viable de acuerdo al proyecto de reserva ecológica”, enfatizó.
Rápida respuesta
Luis Fernando Gutiérrez Márquez, apoderado legal de empresa denominada Inmuebles JARAB S.A., de C.V. presentó una nueva propuesta de aprovechamiento del parque el nueve de agosto y al día siguiente se dictaminó. Cinco días después el dictamen, a través del cual se accede a la petición de la inmobiliaria JARAB, fue aprobado en sesión de Ayuntamiento.
Al respecto, el alcalde interino mencionó que “podría ser que así hubiera sido (otorgar una respuesta rápida a la petición) pero que si las condiciones y los momentos se dan, no le veía ningún problema en que se dictamine de un momento para otro”.
sin invitación
Al señalarle que si no tenía que habérsele avisado a la Asociación Civil Amigos de “El Orito” sobre el dictamen que se aprobaría, dijo que en igualdad de circunstancias la asociación, cuando cambió de directiva el pasado nueve de agosto, no hizo una formalización, ninguna invitación al Ayuntamiento.
“Pero bueno, yo quiero acotar y aclarar muy bien esto, entendemos que es una declaratoria, no un decreto, en la declaratoria hay ciertos artículos donde hay condiciones que se establecen que el Ayuntamiento definirá a través de un organismo que operará y administrará El Orito”.
“La asociación nunca se formalizó”, apuntó el alcalde, quien al preguntarle que si entonces desconocía a la asociación civil, dijo que no tenían ningún antecedente de que la asociación haya asumido una responsabilidad o que se le haya nombrado en el Ayuntamiento como el organismo que iba a operar y administrar el parque.
“Si ella (la asociación civil) de manera indirecta ha hecho trámites para una asociación libre, es muy respetable, pero ante el Ayuntamiento no se ha tenido ni la presentación de los proyectos que en la declaratoria se señale, además los estatutos los tenemos que establecer nosotros”, indicó.
Agregó que “así como este particular (JARAB), se presenta con nosotros, ellos se pueden presentar y no se les va a entregar un terreno ni como donación, sino sólo para colaboración. Más sin embargo como asociación no tenemos la calidad moral para decir que yo soy el que tengo qué administrar, han pasado cinco años y no ha habido ningún acercamiento con la administración municipal”, enfatizó.
Valdés Fonseca dijo que él personalmente tampoco ha atendido a Luis Gutiérrez Márquez, señalando que no se entregará parte de “El Orito”, que es simplemente un convenio de colaboración, y que si hay otras asociaciones serán bienvenidas, y que el convenio se ratificará cada administración.
Al preguntarle que si entonces Renato Iturriaga, presidente de la Asociación Civil “El Orito”, no le pidió una entrevista, dijo “a mí no me pidió una entrevista, simplemente pidió audiencia”. Al insistir y preguntarle si el diputado Francisco Arroyo Vieyra, no lo invitó a la toma de protesta de la directiva de la nueva asociación, dijo que el diputado sí le hizo una invitación, pero que insistía que en “esto la formalidad es muy importante, por que se habla de que se es representante de una institución”.
Luego finalizó “Se cercará (14 hectáreas del parque), pero se tendrá que garantizar el libre tránsito”.

El acta
El 25 de septiembre de 2001 ante el notario 22 Joel Modesto Esparza compareció Salvador Ayala Ortega para la constitución de una asociación civil denominada “Parque El Orito A.C.” y para ello presentó un permiso otorgado por la Secretaría de Relaciones Exteriores número 11001926.
En el acta, el notario público especificó que el permiso otorgado a Salvador Ayala Ortega concede el permiso para “constituir una A.C. bajo la denominación Parque El Orito A.C.”.
También se detalla en el documento que el permiso quedará condicionado a que en los estatutos de la sociedad que se constituya se inserte la cláusula de exclusión de extranjeros y el interesado deberá dar aviso del uso de este permiso a la Secretaría de Relaciones Exteriores dentro de los seis meses siguientes a la expedición del mismo. Sin embargo, el acta constitutiva no se registró ante el Registro Público de la Propiedad.
(Fuente: pagina de Internet de Parque “El Orito” A.C. www.cimat.mx).

Peticionario y ex funcionario
Luis Fernando Gutiérrez Márquez, apoderado legal de empresa denominada Inmuebles JARAB S.A., de C.V., fue director de obras públicas municipales al inicio de la administración de Arnulfo Vázquez Nieto, cargo en el que duró un poco más de un año.
Gutiérrez Márquez es ingeniero civil de profesión, egresado de la Universidad de Guanajuato, de aproximadamente 50 años de edad, desde muy joven ingreso a la administración pública pues fue director de obras públicas en la administración municipal de Edgardo Meave Torres Cano, esto en la década de los 80 del siglo pasado.
Renunció a la dirección de obras públicas para regresar a trabajar a la inmobiliaria JARAB, en donde ya había trabajado un año, antes de que aceptara colaborar con el gobierno de Arnulfo Vázquez Nieto.