Yerba Mala |
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1.- POR LA ESPALDA. De todos los caminos que tenía, el alcalde de Guanajuato capital, Juan Antonio Valdés Fonseca, escogió el de la insidia. No sólo no asumió responsabilidad alguna para corregir la dudosa cesión de casi una hectárea del parque El Orito a una compañía inmobiliaria en la pasada administración, sino que extendió la sospecha a todo el Ayuntamiento por la decisión de entregar no diez mil metros cuadrados, sino 143 mil del predio propiedad de la ciudad a la iniciativa privada. La actitud zigzagueante de Valdés Fonseca es reflejo fiel del resultado de la sesión de Cabildo celebrada ayer. Primero dijo que no había problema en la cesión en custodia de casi una hectárea del parque El Orito, luego que no permitiría que se delimitaran esos terrenos con cercas y, finalmente, volvió a mudar de opinión al apoyar decididamente el dictamen en que el municipio se deshace por 15 años, con posibilidades de extenderse a 30, de esos terrenos. Y lo hace igual que el ex alcalde Rafael Villagómez Mapes: al amparo de las sombras y en el tramo final de su administración. Ayer, la sesión del Ayuntamiento se llevó a cabo a toda prisa, en no más de media hora, y por supuesto sin temas de interés general a tratar. El asunto, pues, estaba previamente cocinado. Se trata de una historia en la que, simple y llanamente, privó la mentira. No es que nada más moleste, que incomode y que además sea criticable: "es vergonzoso", dice el presidente de la asociación civil Amigos de El Orito, Renato Iturriaga, a quien el síndico Luis Pérez Velázquez hizo víctima de una engañifa y a cuyo organismo de plano ignoró el Ayuntamiento, pasándose por alto la declaratoria de creación del parque. En principio, el Ayuntamiento violó los artículos 5 y 6 del documento publicado en julio de 2000, que establecen que "la administración y desarrollo del parque será responsabilidad de un organismo integrado por la sociedad civil de Guanajuato" y que la planeación y ejecución de obras que "alteren o modifiquen su condición, estará sujeta a la validación" de esa agrupación, en este caso la asociación Amigos de El Orito. Si se reconoce la claridad que ofrece este documento, entonces pueden encontrarse las razones de las desatenciones del alcalde para con Renato Iturriaga, al que plantó en su toma de protesta como presidente del grupo ciudadano, y de la farsa que representó en su presencia el entonces síndico Pérez Velázquez, cuando le prometió apoyar a la asociación y justificó a Valdés Fonseca por no poder atenderlo personalmente. Y es que desde el jueves 10 Pérez Velázquez había presentado a los integrantes de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ecología del Ayuntamiento el dictamen para la entrega de las 14 hectáreas a la empresa Jarab, como lo solicitó días atrás. Sabía que el trámite estaba por concluir, que sólo faltaba formalizarlo en la sesión de ayer. Así fue. Todo un golpe de mano para entregar a la iniciativa privada parte de un
bien público, sin dar la cara ante la ciudad. Nada más cabría preguntarse
a qué clase de acuerdo llegaron las autoridades municipales, que
decidieron conducirse en plena oscuridad. 2.- EL MÉTODO MATRICIAL. Cada vez que en la política aparece un término nuevo de la noche a la mañana, pretendiendo aportar una gran solución a viejos problemas, hay que ver las cosas con profunda desconfianza. Así lo enseña la experiencia. Ya pasó cuando un Vicente Fox henchido de optimismo y envuelto en la esperanza de millones de mexicanos creyentes en la posibilidad real de un cambio, conformó su gabinete ejecutivo apelando a la contratación de despachos de headhunters. La innovación, proveniente del mundo empresarial, fue a la postre la causante de la primera de una larga serie de decepciones que terminaron lastrando la administración foxista, dejándola, simplemente, en un gobierno más, y anulando la expectativa del cambio. Ahora, a nivel Guanajuato, el anuncio del equipo de transición del nuevo gobierno que encabezará Juan Manuel Oliva fue aprovechado para presentar un equipo que en sí mismo lleva ya un peso político y anuncia el perfil que adoptará la administración que comienza a fines de septiembre próximo. Encabeza el equipo Gerardo Mosqueda, un psicólogo leonés muy cercano a Elías Villegas, presidente de una consultaría que se ha especializado en trabajar con gobiernos panistas del centro del país y funcionario desde el principio del sexenio foxista en la Secretaría del Trabajo, tanto con Carlos Abascal como Francisco Salazar, los dos titulares que ha tenido esa dependencia. En su primera intervención pública, el coordinador del equipo de transición ha anunciado un método casi científico para encontrar a los hombres que trabajarán con el gobernador electo Oliva. El modelo matricial, una sistematización exportada de las matemáticas que establece relaciones entre variables, será aplicado para encontrar a los próximos secretarios de estado, por lo menos eso se pretende. No hay que ser muy perspicaz para adivinar que el modelo matricial, que puede estar lleno de bondades en cualquier otro terreno, deberá topar con la ineludible realidad de las conveniencias y los compromisos de la política. Juan Manuel Oliva tiene un equipo en su entorno que le ha sido leal, servicial y efectivo en los pasados años. Al trabajo de muchos de ellos les debe su éxito en la política y, seguramente, esos hombres y mujeres tendrán sus representantes dentro del próximo gobierno. Por otra parte, Oliva ha requerido de alianzas, sobre todo en los últimos tiempos, para consolidar su imagen como político. Una de ellas, quizá la más evidente, es la que se refleja en la presencia en su nuevo entorno de Roberto Plascencia Saldaña, presidente del consorcio Flexi. No resulta extraño, por lo demás. Aunque en el pasado reciente ha sido por demás cuidadoso de vincularse orgánicamente a cualquier gobierno, Plascencia Saldaña ha sido el motor principal del Polifórum León una desmesurada estructura ferial y de exposiciones, aumentada ahora con un centro cultural, que es notoriamente deficitaria y que para su sostenimiento requiere de los presupuestos públicos. Como no resulta lejano que las prioridades cambien a nivel federal, el costoso mantenimiento del complejo en mención deberá correr a cargo del erario local, por lo que no parece haber mucha ciencia en el abierto y franco acercamiento de Plascencia Saldaña con quien era el seguro ganador de la contienda, incluyendo esta inusitada participación orgánica en el equipo de transición. Esta participación seguramente tendrá consecuencias en varios de los nombramientos, particularmente los vinculados al área de promoción económica del nuevo gobierno. Ahí se incluyen la Secretaría de Desarrollo Económico, la dirección del Puerto Interior, el consejo de fomento exportador (Cofoce) y, muy probablemente, el nuevo Instituto Estatal de Planeación. No sería nada raro que, antes que los modelos matriciales tan ardua y sesudamente planeados por Gerardo Mosqueda, en los rubros antes mencionados prive la opinión y las sugerencias del propietario del Grupo Flexi. 3.- PRIISTAS DISCIPLINADOS. Finalmente el delegado del CEN del PRI, Efrén Leyva, logró encauzar el vodevil en el que se había convertido la elección del coordinador de la exigua diputación de ese partido al Congreso local. Sin la presencia de César Augusto Santiago y solo teniendo como testigos de calidad al propio Leyva y a Miguel Ángel Chico, los legisladores estuvieron de acuerdo en la designación por unanimidad de Arnulfo Vázquez Nieto, obviando cualquier discusión e incluso la votación, un sistema al que los priistas siguen siendo alérgicos. Finalmente y luego de una larga e infructuosa batalla, la diputada Bárbara Botello aceptó renunciar a su aspiración y dejar la presidencia del partido, así como la secretaría general a la que podía haber retornado, a cambio de una subcoordinación de la bancada, puesto hasta ahora inexistente y que se antoja mero ornato, cuando no lastre, tomando en cuenta que apenas son siete legisladores. Ayer mismo, aprovechando el escenario, se dio el regreso a la
dirigencia estatal del PRI del ex candidato a gobernador, Miguel Ángel
Chico Herrera, quien como primera acción convalidó la designación de
Vázquez Nieto, el mismo del que había dicho que no contaba con su apoyo,
aunque así lo creyera, en una desafortunada entrevista periodística, hace
días. Los priistas y su show rodante están de regreso.
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