Yerba Mala |
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1.- SE FROTAN LAS MANOS. Bajo el manto protector de la oscuridad, el alcalde y el secretario del Ayuntamiento del municipio de Guanajuato, en confabulación con la mayoría de los regidores, se preparan para consumar uno de los atracos a la población más escandalosos de que se tenga memoria en la capital del estado: la entrega de un bien público, gratuita y por 15 años, de 14 hectáreas del parque ecológico El Orito a una empresa privada. Valiéndose del acuerdo aprobado por el pleno del Ayuntamiento el 15 de agosto, Juan Antonio Valdés Fonseca y Manuel Ramos Montiel, presidente y secretario del Cabildo, respectivamente, se disponen firmar la cesión del predio con Luis Gutiérrez Márquez, ex funcionario municipal y representante legal de la inmobiliaria Jarab. Semanas atrás, cuando se descubrió que el convenio inicial establecía la entrega de nueve mil metros cuadrados, Valdés Fonseca primero dijo que desconocía el asunto y luego, días más tarde, que sería la siguiente administración la que se encargaría de resolverlo, si así lo consideraba necesario. Pero su palabra no resistió la prueba del día siguiente. Amparado en el exhorto que le preparaban al menos diez regidores para darle celeridad al trámite, el cual se le hizo llegar el 15 de septiembre, cambió de parecer y entonces pasó a considerar que se trataba de un tema que deberían analizar expertos de la Universidad de Guanajuato y del Instituto de Ecología. En el estudio del caso, según su nueva postura pública, se deberían tomar en cuenta las opiniones de la asociación civil Amigos de El Orito, a la que en los hechos ha desconocido y a cuyo representante, Renato Iturriaga, le ha cancelado audiencias una y otra vez. La última, precisamente el 19 de septiembre. ¿Por qué habrá sido? La principal preocupación de Valdés Fonseca es que los días de la administración están contados. De tal cuenta que para consumar la cesión del predio, sólo falta la creación del organismo encargado de la protección del parque. Para ello se elabora un punto de acuerdo que, si todo sale como lo espera el alcalde, será aprobado en la sesión de Ayuntamiento de este viernes y en el cual se incluiría, por generosidad de los ediles, a la asociación Amigos de El Orito. El albazo, pues, está casi listo. Valdés Fonseca y los regidores se preparan para pasar a la historia como unos verdaderos vivales. A estos últimos, el viaje a España en el que consumieron cerca de medio millón de pesos de las arcas públicas no les bastó para deliberar sobre la conveniencia o no de regalar a una empresa privada un predio de 14 hectáreas ubicado en una reserva ecológica. Así, ante la proximidad del cambio de gobierno, en la alcaldía las horas transcurren en silencio, sin que se escuche ni un murmullo. Oculto en las sombras de la noche, el alcalde sigue las enseñanzas de Rafael Villagómez, en espera a que el reloj marque el cuarto para las doce para consumar el atraco a los ciudadanos. Por eso no extraña que Gutiérrez Márquez hasta alegue a favor de Jarab porque tiene toda su documentación en regla. Ahora sí, nada más faltaba que el obsequioso alcalde hiciera tratos con una empresa en situación irregular, cuyo fin principal es obtener ganancias para beneficio privado y no público. Aunque, si se ve su forma de proceder, todo es posible. 2.- TRAGEDIAS PRIISTAS. El casi agonizante partido político que dominó la vida nacional durante casi todo el siglo pasado está convirtiéndose, en esta etapa postrera de su existencia, en una auténtica caricatura. Alicia en el país de las maravillas pareciera una historia costumbrista en comparación con la imaginación que despliegan algunos priistas para hacer el ridículo de las más impensadas maneras. Así estaba ocurriendo en el municipio de León, donde la posibilidad de proponer al contralor municipal, que les corresponde por ser una segunda fuerza política muy distante, originó una tormenta a cuál de ellas más disparatada. Un ala del priismo local, encabezada principalmente por el diputado local y ex dirigente municipal Antonio Chávez Mena, logró colar el nombre de Martín Ortiz García, un ex diputado local que mucho prometía hace algunos ayeres y que cuando tuvo la oportunidad la arrojó por la borda. Lo que Chávez Mena quizá no recordaba era que Ortiz García había renunciado públicamente a la diputación del PRI en la primera parte del sexenio de Juan Carlos Romero, lo que automáticamente lo colocó fuera de ese partido. La propuesta, empero, no sólo resultó lesiva al de por sí paupérrimo priismo de la urbe cuerera, que aunque está escuálido aún no tiene necesidad de importar externos para cubrir los escasos espacios que aún le quedan. También entre el panismo gobernante preocupó la posibilidad de que el ex diputado llegara a la contraloría municipal. La preocupación no era para menos. Ortiz tiene una señalada vocación por el protagonismo político y una actitud de esa naturaleza que termina por tergiversar las finalidades del control de las cuentas públicas. Cabe señalar que apenas unos días antes, en la antesala de la designación del gabinete estatal, Martín Ortiz ya se sentía en la estructura de Juan Manuel Oliva a través de Paulino Lorea, su actual jefe en un bufete de abogados, quien sonó en algunos círculos como aspirante a la Procuraduría de Justicia del Estado. Al perderse esa oportunidad, que realmente nunca tuvo posibilidades, el
joven prospecto a secretario particular del procurador regresó a buscar el
apoyo de algunos de sus ex compañeros de partido. No hay peor lucha que la
que no se hace. Con esa idea, lo más probable es que en esta semana resulte designado por el Cabildo como nuevo contralor municipal Alejandro Kornhauser, un funcionario joven formado en la misma dependencia durante los años anteriores, el cual será propuesto por el PRI y ratificado por el cabildo en pleno. La solución se veía sencilla desde un principio, pero los tricolores, fieles a su decadencia, no dejaron de hacer su numerito. 3.- POR MÉRITO PROPIO. En la dirección general de la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior hay un hombre que, recién asumido el cargo, tiene la gracia de hacer de su propia distracción e incapacidad un asunto de trabajo. Sin importar, en lo más mínimo, si está o no en junta de gabinete. Como si se tratase de una urgencia nacional, Alejandro Velasco Alvarado dio ayer instrucciones a un colaborador cercano para que dedicara su jornada a conseguir que los medios reflejen fielmente sus enormes cualidades. Nada más, porque ha hecho grandes cosas que quizá no se conozcan aquí, pero sí en toda la República. Eso fue lo que mandó decir. Aunque resulta que Guanajuato está ubicado en algún lugar de la República, en el centro del país para ser más exactos, y que de tener razón el funcionario, aquí también se tendrían noticias de sus éxitos y logros producto de su "gran" talento. Lo que sí se conoce con amplitud es que al cabo de su nombramiento, en la Cofoce se tienen serios problemas para la integración del Consejo y el Comité Consultivo. Conflictos que seguramente no previó el secretario de Gobierno, Gerardo Mosqueda Martínez -a quien Velasco Alvarado debe el cargo-, cuando aplicó el modelo matricial para la selección de funcionarios. El director de Conoce seguramente llegará muy lejos, tanto como su fama de hacer trampa en los partidos de tenis que disputa en el club deportivo al que asiste y que tiene desesperados a sus contrincantes. Así que mientras surte efectos su estrategia de comunicación, es indispensable poner en perspectiva los elogios que de sí mismo hace el funcionario.
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