Opiniones sobre esta Nota
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GABRIEL GONZALEZ E., 03/11/2006 12:08-0+0
GUANAJUATO
Crece la resistencia ciudadana contra el cercado de 14 hectáreas del parque ecológico El Orito por parte de la constructora JARAB (cobijada con la autorización del Ayuntamiento pasado); ayer habitantes de colonias y comunidades cercanas al parque manifestaron su enojo por el cercado de un terreno que consideran propiedad de todos los cuevanenses.
La gente que se opone al cercado vive en las colonias Carrizo, La Venada, Maravillas, Nejayote, Gavilanes y en la comunidad Santa Ana. La resistencia se corroboró con hechos, ya que durante un recorrido por la zona se observó que la cerca de un terreno aledaño fue destruida para poder pasar por la vereda que durante muchos años ha servido de camino para unir a La Valenciana con Santa Ana.
Es importante mencionar que la cerca en referencia no es la que empezó a levantar la inmobiliaria dentro del parque, pero que fue colocada con anterioridad por el dueño de la constructora, Juan Andrés Rangel de Alba.
Además, como desde hace meses está cerrado al tráfico vehicular el camino de terracería que va de Valenciana a la Montaña de Cristo Rey por unas obras que ahí realiza el municipio, la gente que ayer visitó por el Día de Muertos el panteón de la comunidad Santa Ana tuvo que emplear el antiguo camino que la une a Valenciana, en el que se toparon con la referida cerca, por lo que en muchos el enojo fue más que justificado.
NO HAY JUSTICIA
La señora Felisa Olmos Mendoza, con quien se platicó cuando caminaba por el antiguo camino que va de Valenciana a Santa Ana, precisamente a visitar a sus muertos, dijo que no le parecía justo que se permitiera cercar lugares por donde antes la gente pasaba libremente.
Doña Felisa no quiso pasar por el lugar donde se derribó la cerca y prefirió rodear. Un hombre que avanzaba por el camino mientras halaba con un mecate a una yegua fue la única persona que no se manifestó en contra de esta cerca.
Parecía nervioso y comentó que él qué podía decir si trabaja para los dueños del dinero, por lo que no dio su nombre completo, sólo sus apellidos: Balderas Yebra.
Por su parte, María Juana García Pérez, de 56 años de edad, y vecina de la comunidad La Concepción, dijo que ella hacía años que no iba a Santa Ana y que ahora se encontró con que hay cercas por todos lados.
Si son órdenes del gobierno, pues no queda más que rodear, dijo, pero luego precisó: hace que la gente se enoje, aunque las órdenes sean del gobierno. Para Ramón Gutiérrez Herrera, vecino del barrio San Javier, el que se entregue parte del parque a un particular para su cuidado es una forma disfrazada de regalar lo que es del pueblo.
Por eso no puedo estar de acuerdo con esto. Además, al rato se olvidan que se les dio en custodia el terreno y salen con que ya es propiedad privada, dijo Gutiérrez Herrera, quien enfatizó que si el terreno lo va a cuidar el señor Rangel de Alba no es necesario que lo cerque.
A su vez, Desiderio Chía Vázquez, vecino del callejón Gritería, y quien ayer visitó el panteón de Santa Ana, dijo que le parecía muy raro lo que estaba sucediendo y que no entendía por qué el anterior Ayuntamiento aceptó ceder parte de una propiedad municipal a un particular y que, además, se cerque el terreno.
Otras personas entrevistadas en la comunidad Santa Ana, igual se manifestaron en contra de que se entregue parte del parque a un particular, entre ellas Yolanda Montiel y Antonio Ortega Aguilera.
MOLESTIA EN EL CARRIZO
Ayer se buscó al señor René Estrada, quien el pasado miércoles se presentó en la presidencia municipal para pedir la intervención del regidor Salvador Flores a fin de que se impida el cercado de parte del parque ecológico El Orito.
Se le localizó en un negocio que tiene justamente en el barrio El Carrizo, el cual, se recuerda, colinda con los terrenos de El Orito, por lo que gente que vive en esa zona acostumbra a visitar frecuentemente el parque.
René Estrada, quien tiene una carnicería y una tienda de abarrotes en El Carrizo, afirmó que es mucha la gente que está en contra de la decisión del gobierno municipal, por lo que se les debe de escuchar, pues, además, nadie se cree eso de que van a cercar para reforestar.
Estrada aseguró que en barrios como La Venada, Maravillas, Nejayote y Gavilanes, la gente está en contra de que se cerque parte del parque. El papá de René, José del Socorro Estrada Vergara, dijo que no se puede permitir que se sigan destruyendo los cerros de Guanajuato, cuando El Orito es el parque de la gente de barrios como El Carrizo.
Cuando yo llegué aquí no había nada, hace 37 años, y fue un problema de muchos años para que me vendieran un pedazo de tierra. Ahora con eso de que le van a regalar 14 mil metros a Rangel de Alba nadie puede estar de acuerdo, afirmó el señor Estrada a quien apodan El Tigre del Carrizo.
Erasmo Videla, quien se presentó al negocio de los Estrada, igual se manifestó en contra de que se entregue parte del parque a particulares. Ya regalaron El Pípila, ahora quieren regalar El Orito.
Así como vamos al rato igual regalan la Bufa y hasta la Presa de la Olla, comentó. Además de los mencionados, se platicó con Luciano Luna, quien caminaba por la carretera Panorámica, quien dijo acostumbra a ir a correr a El Orito y que obviamente está en contra de lo que se pretende hacer.
La señora María de Jesús Sandoval, vecina de la manzana uno, lote cinco, de El Carrizo, dijo que ha oído el relajo que se trae el gobierno, y que en vez de andarle queriendo dar terrenos que son del pueblo a los ricos se debería de preocupar por los pobres y ayudarles a que tengan casa, pues hay mucha gente que no tiene ni un cuarto para dormir.
Marco Antonio Reyes dijo que desde que era niño acostumbraba a ir a pasear a El Orito y que le parece una muy mala decisión regalar parte del parque, pues la gente se molestará porque sería como si regalaran parte de su casa.
Otro vecino, Antonio Ramírez, entrevistado a la puerta de su casa, dijo que a cualquiera que se le pregunte sobre lo que pretende el gobierno con El Orito se va a manifestar en contra, pues es algo absurdo; en igual sentido opinó Marcos Barrón Castillo.
Yo no puedo apoyar que cerquen El Orito, así sea sólo una parte, dijo. Finalmente, José Mercedes Ortega, vecino del barrio de Cerro Trozado, quien se dedica a vender leche bronca a bordo de un burro al que llama Tranquilino, y quien seguido tiene que atravesar el parque ecológico porque lleva leche de la comunidad Santa Ana a la ciudad, también se manifestó en contra del cercado del mismo.
¡Ni madres que estoy a favor de que se cerque parte del parque! Si de por sí ya prohibieron andar en burro por la ciudad, ahora tampoco podré andar en Tranquilino por el cerro, señaló.